lunes, 6 de abril de 2009

¿Qué buscamos cuando leemos?

Esa es la gran cuestión.
La gente lee por placer, o por despecho, o por no hacer otras cosas, o por cumplir con un mandato, o por lo que sea... El caso es que hoy, en pleno siglo XXI sigue habiendo gente que lee. Y lo que es más importante, la gente joven lee. Ordenador, internet, televisión, videoconsolas, móviles...son elementos que hacen la competencia a la lectura en la época del ocio digital. Tal vez, como se dice en diferentes medios, por ser el libro un elemento más económico planta cara al resto de alternativas (la oferta de ocio más barata, afirman) Es posible que haya algo de cierto en estos análisis. El libro ha tenido poca evolución (algún amago con el libro electrónico, del que hablaremos en otra ocasión y poco más) Creo, sinceramente que el libro no va por el mismo camino que los otros elementos de ocio que he nombrado. Un libro es algo más. Lo que consigue un libro no lo consigue ningún juego. Para entendernos, si hablamos de dimensiones, el juego es 2d frente a las 3d del libro. Adonde te lleva un libro no te lleva ningún programa.
Respondiendo a la pregunta del principio, tal vez lo que se busque sea algo más que entretenimiento o diversión. Es posible que busquemos a alguien que sólo allí encontraremos o que busquemos una sensación o simplemente una imagen en nuestra mente. O tal vez sea saber qué pasó con el personaje después de encontrarse con aquel que le dijeron que era padre.
Un libro es vida, y hoy por hoy, no hay nada que se le acerque; sólo la propia vida, que sin duda, en muchas ocasiones lo supera.

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