jueves, 9 de abril de 2009

La llamada de lo salvaje de Jack London


La historia, ambientada en el último tercio del siglo XIX, cuenta las vivencias de un perro, Buck, hijo de un san bernardo y una perra ovejera que vive en California. Buck es un animal dócil y bueno. Vive en una gran finca y es propiedad de un juez. Su vida es contemplativa; a lo sumo sale de caza o juega con las nietas del juez. Una noche su vida cambiará para siempre. Es engañado por un ayudante de jardinero que se aprovecha de su docilidad y lo vende a un tratante de perros. Estamos en la época del descubrimiento de yacimientos de oro en Alaska y los perros como Buck están muy demandados. El perro, que deberá sacar su agresividad e inteligencia para sobrevivir, conocerá las miserias de aquella región convertido en perro de trineo. 
Pasará de amo en amo, a cada cual peor, hasta encontrar la amistad sincera de un humano y su verdadero destino.
Estamos ante un libro clásico de la literatura juvenil. El lenguaje es sencillo y la historia está contada con un gran sentido del ritmo. A pesar de encontrarnos con un narrador en tercera persona, durante gran parte del libro somos conscientes del punto de vista de Buck. Excelentes son los momentos de los recuerdos ancestrales del perro, en los que le vienen a la mente recuerdos que no son suyos sino de una especie de conciencia primitiva que le llega de alguna parte de su interior. Este hecho es el que le da sentido al título del libro.
Si te gusta la naturaleza, los ambientes salvajes e inexplorados, la aventura o las proezas increíbles, éste es tu libro. No te defraudará. 

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